
Propósitos de año nuevo ¿Cuál es la psicología en ellos?
POR: Psiconómada
Adicciones / Comportamientos / Noticias
Comentarios: No hay comentarios
Solo el 10% de las personas llevan acabo sus propósitos de año nuevo durante de varios meses.
Todos hemos llegado a fin de año -o incluso antes-, con la emoción e incertidumbre de cuáles serán nuestros propósitos de cara al año nuevo. Por lo general, se propone la eliminación, cambio o implementación de nuevos hábitos para nuestra vida o un cambio en los comportamientos que queremos modificar.
Entre los más comunes tenemos, hacer más deporte, dejar el alcochol, dejar de fumar, planes de viaje durante el año o incrementar la capacidad de ahorro. Pero, luego de unos cuantos meses, aquellos propósitos van perdiendo fuerza y tienden a desaparecer poco a poco de nuestros pensamientos. Entonces…

¿Cuál es la psicología detrás de los propósitos que deseamos lograr para el año nuevo?
Luego de varios estudios, se encontró que solo el 10% de las personas logran llevar acabo sus propósitos de año nuevo, al menos, durante de varios meses. Por otra parte, cuando de malos hábitos se trata, es muy fácil para las personas la recaída. Si bien, el plantearse propósitos para el año nuevo, suele enfatizar en un cambio en el estilo de vida, implica de manera implícita una modificación en el comportamiento del individuo.
¿Por qué hay abandono de lo propuesto?
Una de las razones principales por las cuales aquellas personas no logran mantener lo que se han propuesto, es porque los propósitos no son lo suficientemente realistas. Llegado al punto de padecer del ‘síndrome de la falsa esperanza’.
La perseverancia es un factor determinante para lograr cualquier objetivo, pero si se modifica o cambiar la forma de pensar, se puede modificar el comportamiento. Una de las razones por las cuáles no se logran los propósitos o por los que se recae en un mal hábito, es porque las rutinas y formas de pensar se mantienen, haciendo que de manera gradual se vuelva al punto de partida.

Entonces, ¿cómo mantener los propósitos propuestos?
Es fundamental ser realista con aquello que se busca lograr en el nuevo año, planteando metas que se pueden cumplir. Por ejemplo, si deseas dejar un mal hábito como beber alcohol o fumar, es difícil asimilar que de la noche a la mañana podrás lograrlo, aunque hay casos en los que sirve este método, no es el más recomendado, porque los individuos tienden a recaer de manera más fuerte. Es más eficiente en la mayoría de los casos, dejar el alcohol o el cigarillo de forma gradual reduciendo poco a poco su consumo.
Plantea objetivos a corto y largo plazo
Si se plantean objetivos a corto plazo, la gratificación de cumplirlos te impulsará a cumplir el siguiente hasta que llegues a cumplir tu objetivo a largo plazo, en este caso, dejar por completo un mal hábito.
Un factor que atribuye a un abandono temprano de aquello que queremos lograr, es plantearnos muchos objetivos a la vez, ya que el pensar en uno, en otro y en el siguiente, puede distraer la atención de lo que realmente se quería alcanzar, creando un vacío o incluso estrés, lo que llevaría a abandonarlo para “recuperar la tranquilidad”
Lo recomendable es empezar con uno objetivo, tenerlo bajo control y poder empezar con otro. Lo importante no es hacerlo todo a la vez y en el menor tiempo posible, sino cumplir con aquello que quieres y sentirte bien haciéndolo.
Una vez hayas definido tus objetivos y estés convencido de ello, compártelos con tus cercanos, de esta manera te comprometes aún más contigo mismo a lograrlos y los que te rodean serán conscientes de ello y te ayudarán a lograr tus objetivos. ¡No dudes en buscar ayuda!

Para terminar, ten presente que habrán momentos de debilidad frente a tu proceso, no te sientas mal por ello, entiende que es parte del proceso. Pueden haber recaídas cuando de dejar un mal hábito se trata, como el alcohol o el cigarillo.
Lo más importante es aprender de ello, no juzgarnos y seguir en aquello que nos propusimos lograr.