
El impacto psicológico de la separación de pareja
POR: Psiconómada
Ansiedad y estrés / Parejas y sexualidad / Psicología general
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La pérdida o separación de pareja
Cuando se llega el fin de una relación a causa de una separación o divorcio, es importante tener en cuenta la conmoción sentimental y emocional de las personas que hacían parte de ésta, influye factores de carácter personal, las circunstancias en que se haya producido la ruptura, el papel que desarrolló cada miembro en la relación, entre otras.
En el momento de la separación, la parte emocional se ve afectada y cruza varias etapas que van desde el desconcierto, enfado, frustración, alteración de la organización vital, hasta la reconstrucción y reorganización de la vida sin esa persona. Es una situación de pérdida en la que algunas personas pueden quedar atrapadas en el dolor y presentar actitudes que se enmarcan en la depresión, como el aislamiento, la falta de energía y cansancio permanente que no permiten llevar a cabo ninguna actividad normal, desorden de sueño y/o alimenticios, tristeza permanente, entre otros, generando una sensación constante de incertidumbre.

Al tener una pareja, se crean expectativas, de idealiza un futuro, se crean hábitos y se genera la renombrada costumbre. Cuando una relación finaliza, hay una clara interrupción de los planes a corto, mediano y largo plazo. Cuando se trata de una pareja con hijos, por lo general y, en la mayoría de los casos, habrá que seguir manteniendo la comunicación y por ende, una obligada relación tras la separación.
Reconstrucción de la vida después la separación de pareja
Se debe dejar a un lado la idea de querer volver a ser el mismo que se era antes de la relación o durante ella. Es un deseo que se presenta porque en algún tiempo fue nuestra zona de confort. Nunca se va a recuperar a la persona que fuiste antes o durante la relación. Se acaba la relación pero no la vida. Después de la separación el mundo parece desorganizado y la sensación de estar desorientado es recurrente, pero existe la necesidad de volver a empezar, de seguir adelante con tus planes personales, profesionales, sociales y eso implica la superación emocional,

la aceptación de que las cosas no sucedieron como se deseaba, la voluntad de querer ser mejor para uno mismo y darle sentido a tu vida estableciendo nuevos objetivos vitales. Es importante resaltar la retroalimentación:
¿Qué enseñanzas te dejó ésta relación fallida? ¿Qué cosas aprendiste de ti y del mundo exterior mientras te recuperabas? ¿Qué experiencias nuevas te estás permitiendo vivir por tu propia cuenta?
El impacto emocional de la separación de pareja dependerá de diferentes factores: desgaste progresivo de la relación, infidelidad, maltrato físico o verbal, aborrecimiento de la rutina o del otro miembro de la relación, si ha sido de mutuo acuerdo o una decisión unilateral, si hay hijos y la edad de los mismos, etc.
¿Qué factores influyen en la separación de pareja?
Frecuentemente, la separación o ruptura se da porque hay una persona que se encuentra en desacuerdo o insatisfecha con la otra, con la relación o incluso consigo mismo. Esa persona realiza una reflexión sobre la relación y la decisión que quiere tomar, durante ese tiempo el descontento se puede traducir en actitudes y comportamientos que no son habituales. La otra parte, es la que no se ha preparado para la ruptura y puede tener diferentes reacciones a ésta, como la negación, intentar mantener la relación por el afecto o tiempo que se ha invertido, la rabia, frustración. Esto lleva a una situación en la que ambas partes discuten, se excusan a sí mismas y culpan a la otra, manifiestan su descontento hasta con los más mínimos o absurdos detalles para atribuirse la razón. Al final, cualquiera de las partes puede experimentar sentimientos de culpa, ira, frustración, desacuerdo, tristeza, etc.
La separación de pareja implica una pérdida del rol que desempeña una persona y pasa de ser un miembro de una pareja que depende emocionalmente de la otra, a una persona independiente, que solo se tiene a sí misma. Por ésta razón es imprescindible trabajar el amor propio. Hay parejas que se involucran demasiado en el entorno social, familiar, profesional, laboral del otro, y por lo tanto estos entornos también se ven afectados a partir de la ruptura o separación.
En este sentido, se produce una pérdida evidente de relaciones sociales para ambos miembros de la pareja, lo que también genera un sentimiento de frustración y de traición hacia quienes se decantan por la otra parte.
Pero las víctimas más importantes del divorcio o la separación suelen ser los hijos, que tienden a negar la realidad incluso airadamente, en ocasiones a culparse a sí mismos de la separación de sus padres y también a fantasear con que vuelvan a estar juntos. A las postre, cuando son adultos continúan lamentando el divorcio de sus padres.
Al final, la separación de pareja supone crear una falla abrupta en el modo vida que se ha llevado hasta el momento y la necesidad de crear una nueva estrategia vital o, dicho de otro modo, reorganizar la propia vida y reconstruir las relaciones sociales y familiares.
