Desde la psicología, la madurez emocional es donde intervienen diferentes factores del desarrollo personal como la inteligencia, el expresar y reconocer emociones, la capacidad de crear y mantener relaciones con los demás, y el desorrollo de la identidad.
Durante la vida nunca se deja de madurar. Estamos en constante cambio y por ende en contínuo desarrollo. La mayor parte de los cambios se da en los primeros 20 años de vida, en el cual se experimentan los cambios más notorios tanto físicos como mentales y es donde se alcanza un nivel óptimo de madurez. Cada experiencia nos marca y deja un conocimiento que nos permite crecer y aprender.
Madurez emocional
¿Influye la edad en la madurez emocional?
Hay personas que maduran antes y otras después pese a tener la misma edad, cada individuo vive experiencias y obtiene un aprendizaje de las mismas, totalmente diferentes y es precisamente esto lo que hace que cada individuo sea único. Hay factores externos que influyen en dicha construcción personal, como la educación, el entorno e incluso la genética. Por tanto no existe un término general de madurez.
Hay personas -y no precisamente de manera conciente- que eligen no dar ese paso para “crecer” y se caracterizan por: desear estar en una zona de confort en la cuál los problemas era solucionados por otros o la ‘eterna adolescencia’, miedo a los compromisos, desconocimiento propio, dificultad para decidir su vida, nula aceptación de errores o a estar equivocados, evaden las responsabilidades, poca voluntad para realizar algo, poco tolerantes a la frustración, no tener una meta clara a la cual apuntar en la vida, impulsividad, entre otras.
Lograr reconocer en lo que se está fallando o no se está haciendo, es un gran paso para poder aprender y mejorar, pero sí pese a ser conciente de ello, no se tiene la capacidad de llevarlo acabo, la terapia psicológica es de gran ayuda, ya que el terapeuta te podrá acompañar en el proceso guiándote y dejando actividades de utilidad para poder desarrollar de manera plena los que te está afectando para lograr superarlo. No dudes en buscar ayuda.
Har varios signos que se empiezan a manifestar una vez se empieza a madurar, como lo son:
Se valora más la calidad de la cantidad: Y no precisamente en lo material, a medida que crecemos las relaciones sociales, por ejemplo, disminuyen pero a su vez incrementa la intensidad con las pocas que se mantienen. De algún u otro modo es como volverse un poco exigente.
Sabemos qué es lo que queremos: A medida que pasa el tiempo y por experiencias, los gustos se tornan más refinados y nuestro criterio de elección identifica y perfila mejor lo que en verdad nos llama la atención y busca estar en armonía con nuestri sistema de creencias propio y de esa manera desarrollar un estilo propio, más personal.
Auto-confianza y actitud ante los compromisos: Si bien la madurez emocional tiende a incrementar el autoestima, y gracias a ello la auto-confianza para realizar actividades y afrontar compromisos con seriedad. Pese a ello, muchas personas, ya sea por un trastorno depresivo, alimenticio o por traumas, les es difícil desarrollar la creencia en sí mismos y poder construir la auto-confianza. En estos casos, lo mejor es buscar ayuda profesional. –> Busca un especialista con nosotros <-
Creatividad e inspiración: La madurez emocional puede bienestar mental al estar de acuerdo con lo que somos y queremos. En esta etapa se incrementa el desarrollo de habilidades y destrezas creativas que normalmente están en pausa durante un tiempo.
Aprovechas mejor el tiempo y disfrutas de ello: Comienzas a dar valor al tiempo para realizar actividades que te dejen algo de enseñanza e incrementen tu productividad y disfrutas haciéndolo.
Resiliencia: Comienzas a comprender que no se puede controlar nada externo a ti, por lo que la adaptación al entorno permite desarrollar habilidades para enfrentarnos a los cambios con serenidad.
¿Qué habilidades se pueden desarrollar con la madurez emocional?
Dentro de la madurez emocional existen 5 pilares que marcan su desarrollo:
La responsabilidad. Se es consciente de las consecuencia de los propios actos y se es responsable de ellos.
La autonomía. Dejas de lado las opiniones de los demás para tomar una decisión, si bien aprendes con lo que te comparten, eres tú quien elige el camino a tomar.
La coherencia. En la realización de actos e relación con las creencias y pensamientos
La adaptabilidad. Se deja de lado las excusas y reproches ante las situaciones que presenta la vida, se toma inicitativa para lograr adaptarse y salir lo mejor posible de cada evento.
La seguridad. El conjunto de todo lo anterior mencionado y su ejecución te hace más estable y confías más en ti mismo.
¿Qué puedo hacer para alcanzar la madurez emocional?
No hay un método explícito, se trata de ser consciente de los actos y la responsabilidad al realizarlos. La clave es el tomar un aprendizaje de cada evento que sucede en nuestras vidas. Te recomendamos:
Mindfulness:Esta práctica nos ayuda a estar en el momento presente ya que se enfoca en la atención plena de lo que nos rodea. Desarrollar una mejor atención y concentración abre la puerta para reconocer más rápido emociones y sentimientos propios.
Acepta: Entender que no todo sale como pensamos es un buen paso para llegar a la madurez emocional, porque al recibir cada evento como se presenta permite aprender de los mismos para ser mejores. No todo tiene que salir perfecto.
Aprende a soltar: Crecer y madurar emocionalmente tiene que ver con dejar atrás pensamientos, emociones y recuerdos que pueden lastimarnos, entender que el pasado no puede cambiar y el futuro no se puede controlar, es esencial.
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octubre 17, 2022